Catorcemeses después y a muchos miles de kilómetros, Chile se aventuró enimitar la proeza norteamericana de Woodstock con un festival gratuito.Nadie tiene bien claro quién tocó, cuándo ni cómo, pero se llamó PiedraRoja, y concentró a la juventud chilena en torno a los mismos idealeshippies de su contraparte americana. Tuvo dudosos resultados y, a estasalturas, su historia tiene mucho más de leyenda que de evento real.

Fuerontres días de rock, más de 30 artistas que dejaron sus almas en elescenario y alrededor de 400 mil jóvenes que cantaron y bailaron conellos. El Woodstock Music and Art Fair fue en Bethel, una pequeñalocalidad al norte de Nueva York. Este 15, 16 y 17 de agosto se cumplencuatro décadas de un evento que marcó el fin del movimiento hippie delos ’60.